Desde mi etapa de estudiante he estado familiarizado con los planes de acción. Cada vez que empezaba un nuevo trimestre dedicaba horas a planificar y delinear mis acciones. Con el paso de los años he aprendido que un plan de acción es una hoja de ruta indispensable para tener conciencia de donde estamos, de qué es importante en este momento, y de qué necesito para llegar a la siguiente estación.
Es habitual confundir los planes de acción con los brainstorming o lluvias de ideas. Un plan de acción es mucho más que volcar la información que circula por nuestra mente en un papel. Un plan de acción es una secuencia cronológica de acontecimientos que van a suceder para alcanzar mi meta. Es un contrato de compromiso conmigo mismo y al mismo tiempo el Mapa que me orienta y guía hasta la consecución de mis objetivos.
¿Qué características debe tener un buen Plan de Acción?
- Los objetivos deben de ser Realistas. De poco sirve plasmar en un plan de acción utópico. Nadie conoce tu vida y tu personalidad mejor que tú.
- Los objetivos tienen que ser Motivadores. De poco sirve confeccionar un plan de acción sobre algo que realmente no te genera ilusión. El cerebro humano es hedonista y procrastinador cuando no siente verdadera pasión.
- Un buen Plan de Acción nunca debe subestimar las adversidades y dificultades que aparecen en el camino, ni tampoco sobreestimar los resultados.
- Es importante que el Plan de Acción disponga de una fecha de inicio y una fecha de finalización muy claras.
- En esa línea del tiempo entre el inicio y la consecución del proceso, han de ubicarse entre 6 y 8 pasos intermedios muy bien definidos que nos permitirán comprobar si el plan está avanzando adecuadamente, al tiempo que estimulan las metas intermedias.
- Cada uno de esos pasos intermedios supone un logro en el proceso y por ello hay que definir exactamente cómo se va a celebrar la consecución de esas etapas intermedias. Define con exactitud las recompensas de cada uno de esos avances. Es importante que estos premios sean realmente significativos para ti. No es necesario que gastes dinero, es suficiente con Placeres de Céntimo; es decir, crear situaciones y contextos donde puedas disfrutar solo o acompañado sin necesidad de abonar grandes cuantías de dinero.
- Visualiza el plan de acción de modo secuencial. Dedica varios minutos al día a visualizar cada una de las etapas de la línea del tiempo del proceso, centrándote en los detalles y disfrutando de la imagen de ti mismo logrando tanto las metas intermedias como el resultado final.
Existen pocas cosas tan satisfactorias como la realización de un Plan de Acción y la consecución de nuestros objetivos más estimulantes.
¿Para qué puedo utilizar un Plan de Acción?
Absolutamente para cualquier desafío estimulante que se te antoje. Ya sea perder peso o ponerte en forma; Para encontrar trabajo o para crear tu propia empresa; Para mejorar tu productividad o para aprender un nuevo idioma. La única condición es que realmente este reto requiera lo mejor de ti. No lo puedes lograr improvisando o dejándote llevar por la inercia de la rutina.
¿Qué se requiere para que un Plan de Acción sea exitoso?
A parte de respetar las pautas y características mencionadas anteriormente, son fundamentales tres principios que quiero compartir contigo:
- Comprometerte con el Plan, como si se tratara de un Contrato de Trabajo. El éxito va de la mano de la Acción Masiva, y nos invita a ubicarnos en modo Marine.
- Hacerte esta pregunta cada día: ¿Cómo cambiará mi vida y mi estado de ánimo cuando consiga alcanzar este objetivo?
- Creer firmemente en qué lo vas a lograr. Mantén bien alejados los pensamientos invasivos que cuestionan tu capacidad. Céntrate en caminar cada paso y lo increíble sucederá.
Nos vemos en el siguiente artículo. Te envío un abrazo enorme y todo mi apoyo en tu proyecto de vida.
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Gracias por estar ahí.