La primera vez que me hablaron de Walt Disney en el contexto del crecimiento personal, me quedé perplejo sin entender cuál era el nexo de unión. Lo único que conocía de este personaje es que era el propietario del irrepetible imperio de películas de animación y entretenimiento.
Me llamó la atención poder conocer qué le hacía distinto y eso despertó toda mi curiosidad. Una de las cosas que más me llamó la atención es que el señor Disney fue un gran líder que inspiró con su ejemplo al mundo.
Es interesante saber que utilizaba la visualización como una herramienta diaria. Solía decir que cuando él tenía una visión, esta era muy borrosa y confusa, al tiempo que enorme y brillante. Esa visión inicial poseía motivación y movimiento, aunque fuera indefinida.
La Visión Creativa
Así que una de las cosas más increíbles de Walt Disney fue la Visión Creativa. Decía que “si lo puedes soñar, lo puedes lograr. Sobre él se construyó el concepto Imaginiería. Una palabra que no encontrarás en el diccionario y que combina los vocablos Imaginación e Ingeniería. Esta idea, Imaginiería, es el proceso de darle forma al sueño para convertirlo en Realidad.
Pero, ¿cuál fue verdaderamente la clave que le llevó a semejante éxito? Curiosamente, la gente que le conocía, decía que no había un solo Walt Disney; que en realidad había 3. A veces le veían como un soñador que no dejaba de imaginar ensimismado. Otras veces, le veían trabajar sin descanso como una máquina. Y otras veces le veían con el ceño fruncido haciendo preguntas críticas.
Las 3 etapas del Proceso Creativo
Precisamente, este es el secreto de Walt Disney. El cinematógrafo estadounidense diseñó una estrategia novedosa en su empresa. Dividió el proceso creativo en tres etapas:
- El Soñador. En su empresa había un espacio específico donde solo había cabida para los soñadores. Aquellos trabajadores de la empresa que tenían una imaginación desbordante y que disfrutaban creando y explorando nuevas ideas.
- El Realizador. En otro espacio de la empresa sólo había cabida para los técnicos. Aquellos trabajadores incansables que eran capaces de realizar durante horas y horas dibujos y dibujos, buscando la excelencia.
- El Crítico. En un tercer espacio, solo había cabida para aquellos profesionales que supiesen realizar las preguntas adecuadas para explorar cuáles eran los puntos débiles del proceso creativo y que por tanto debían de ser revisadas.
De este modo se aseguraba de no cometer un error que inconscientemente cometemos todos habitualmente: Criticar el sueño.
Criticar el sueño
Cuando juzgamos y cuestionamos el sueño, lo aniquilamos. ¿Cuántas veces te has tirado atrás ante un desafío apasionante, sólo porque un pensamiento crítico te arrebataba tus expectativas de éxito? Es un proceso inconsciente que nos hace mucho daño, tanto a nivel personal como profesional.
Las personas más exitosas siguen la máxima contraria: Comprométete y luego ya encontrarás el cómo. Por este motivo, Walt Disney no permitía que nadie cuestionase las visiones creativas. Todo sueño es realizable.
También a Elon Musk, el propietario de Tesla, le dijeron por activa y por pasiva que sería incapaz de crear sus propios cohetes, y no solo lo ha logrado, sino que no parece que esa sea su meta final. Su próximo sueño es llevar humanos a Marte. Ya se ha comprometido en lograrlo, ahora sólo debe trabajar en el cómo.
¿Qué ocurriría si te comprometieses a cumplir tus sueños con fe ciega? ¿A caso no ha ocurrido alguna vez? ¿Cuándo fue la última vez que lograste algo que pensabas que era superior a ti?
Nuestra naturaleza crítica y excesivamente mental nos lleva a subestimar nuestro verdadero potencial y a olvidar que todo es posible y que disponemos de todas las capacidades necesarias para lograrlo. Estamos repletos de creencias limitantes, pensamientos disfuncionales y miedos, que nos retienen secuestrados en una angosta zona de falso confort.
Cabe mencionar que Walt Disney era muy crítico con el proceso de realización. Mientras que el sueño era intocable, el proceso de elaboración y de materialización de las ideas acababa siendo valorado y evaluado por el equipo de críticos, que procuraban aportar un sello de calidad al proceso a través de preguntas constructivas.
Integrando la Estrategia Walt Disney
Así pues, ¿Cómo puedo alcanzar un objetivo siguiendo el modelo Walt Disney?
- Sueña en grande. Emociónate escudriñando tu visión. No importa que al inicio todo parezca difuso y borroso. Si te emociona es señal de que estás delante del reto adecuado.
- Crea un plan de acción preciso y actúa desde la Acción Masiva. Trabaja focalizado en la realización del proceso.
- Hazte preguntas constructivas sobre tu plan de acción y el proceso de realización.
Nos vemos en el siguiente artículo. Te envío un abrazo enorme y todo mi apoyo en tu proyecto de vida.
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Gracias por estar ahí.