“El hombre valiente no es aquel que no siente miedo; si aquel que conquista el miedo.” – Nelson Mandela
¿Por qué tendría que importarme qué tipos de miedo existen?
Probablemente, te haya pasado esa pregunta por la mente. En tal caso, es una buena pregunta. En el artículo No te dejes engañar por el Miedo comentaba que lo que cronifica un miedo es precisamente nuestra relación con dicho miedo. No es factible superar el miedo desde el miedo.
Acoger el Miedo
Cuando damos la bienvenida y acogemos esa sensación de angustia, aceptando que es simplemente una sensación. Si realizamos este proceso interno de aceptación y curiosidad la sensación se disuelve y se vuelve más tolerable. Es un efecto impactante cuando lo practicamos por primera vez.
Quien escribe estas líneas fue siempre bastante escéptico ante todo aquello que no es tangible y se escapa de su comprensión. Sin embargo, tanto en mis prácticas con el Dr.Stephen Gilligan como con mi admirado amigo e hipnoterapeuta, el Dr.Álex Santos, pude experimentar el increíble milagro de ver como una tensión cronificada, la cual creía inherente a mi identidad, se desvanecía sin más al ser acogida desde la curiosidad y el afecto.
Esa angustia, ese nudo en el estómago, esa ansiedad, se despedía amablemente como si al fin hubiera cumplido su cometido y no tuviera nada más que contar.
Es una sensación curiosa que también se puede percibir a través de la meditación, a partir de un cierto nivel de práctica; de la hipnosis, el mindfullness; o en definitiva, otras prácticas de aceptación del momento presente y despertar de una mirada interna, curiosa y entrañable.
Escudriñando al Miedo
Conocer el origen de nuestros miedos nos puede ayudar a comprender su verdadera identidad: son inofensivos cuando les miras a los ojos directamente.
Además, es interesante observar que muchos de nuestros miedos son producto de nuestra fantasía y no responde a una causa-efecto lógica. Otros miedos aparecen por querer anticipar nuestro futuro desde una mirada catastrofista. Y otros miedos, son solamente producto de nuestra ignorancia.
En cuanto a estos últimos, podemos llevar algo de luz a la caverna.
Tipos de Miedo
Existen tres categorías de miedo:
- Miedos Universales
- Miedos Culturales
- Miedos intrapersonales
Los primeros, los Miedos Universales, como bien indica su nombre, son independientes a nuestro contexto de crianza, ya que son experimentados sin excepción en cualquier cultura del mundo. Estamos hablando del miedo al hacernos Daño; miedo a experimentar peligro; miedo a sentir asco.
Ya sea tocar un cáptus, saltar al mar desde un acantilado de 15 metros, o comernos un yogur caducado, las reacciones internas y las expresiones faciales de rechazo son las mismas tanto en una cultura como en otra, como bien lo explica el Dr. Paul Eckman en su famoso estudio sobre los microgestos.
En segundo lugar, los Miedos Culturales, son todos aquellos que emergen del contexto socio-cultural de una determinada población. Estamos refiriéndonos específicamente a la vergüenza y el rechazo.
Independientemente de nuestro código genético o nuestra personalidad construída, cada cultura tiene un código implícito distinto, de modo que no generan vergüenza o rechazo las mismas cosas en la República del Congo que en el Japón.
En tercer lugar, los Miedos Intrapersonales tienen que ver con la Soledad o la Pérdida de Control. Son Miedos mucho más relacionados con nuestra relación con nosotros mismos. Son miedos cuyo detonante se inicia en nuestra propia reflexión y no a través de un elemento externo.
En definitiva, estos son los distintos de miedo a los que nos enfrentamos a diario en nuestras vidas. A lo largo del Blog, exploraremos estrategias para acabar con ellos o reconvertirlos en emociones más productivas. Mientras tanto, recuerda, Agéndalos y afróntalos.
Nos vemos en el siguiente artículo. Te envío un abrazo enorme y todo mi apoyo en tu proyecto de vida.
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Gracias por estar ahí.