El Cirujano y el Poeta
Érase una vez un reputado Cirujano y un creativo Poeta que, por extrañas circunstancias que serán contadas en otra ocasión, se encontraban perdidos, sin rumbo, en alta mar.
En su balsa sólo les quedaba el último bidón de agua y sus viejas mochilas con cuadernos, mapas y algún utensilio de escritura. Estaban exhaustos después de varios días a la deriva. Sus ánimos se habían ido crispando a consecuencia de las enormes discrepancias presentes en las interminables conversaciones que habían mantenido.
De pronto, el milagro acaeció y vislumbraron tierra. Remaron entregando las últimas fuerzas conservadas y recorrieron los últimos metros arrastrando la balsa hasta la orilla.
Extrajo cada uno de ellos un Mapa.
-Es evidente que encontraremos el primer poblado dirigiéndonos hacia al norte. -Sugirió el Cirujano.
-Lamento tener que discrepar de nuevo; Hemos de caminar hacia el Sur. El Mapa lo indica claro.
Compararon sus mapas y a pesar que existían similitudes entre ambos, había también diferencias relevantes entre uno y otro.
El desenlace de esta historia lo dejo en manos de tu imaginación. Al fin y al cabo, es una simple metáfora de lo que ocurre en nuestras relaciones interpersonales.
Korzybski y la Semántica General
Alfred Korzybski, padre de la teoría de la Semántica General, expuso que los seres humanos no percibimos directamente la realidad. Percibimos una abstracción de la realidad puesto que estamos limitados por las estructuras de nuestro sistema nervioso y por las limitaciones de nuestra lengua.
A diario estamos sometidos a millones de estímulos que sobresaturarían nuestro sistema nervioso, si no fuese porque sólo prestamos atención a un 2% de todos esos datos. De hecho, nuestro cerebro muestra especial interés por aquellos datos relativos a la supervivencia y la reproducción.
Para comprender bien esta idea de saturación, hay que considerar que solo por lo que se refiere a la información verbal que recibimos a diario, los informes HMI (How much information) citaron que en 2010 un individuo recibía a diario el equivalente a 34 GigaBytes.
Así pues, no captamos información pura del exterior. De hecho, el exterior es materia y energía. El propio Descartes ya afirmó que no debíamos fiarnos de nuestras percepciones sensoriales. En realidad, nuestros sentidos decodifican los estímulos recibidos en representaciones mentales; es decir, creamos burdas copias de lo que hay más allá de los límites de nuestro cuerpo físico.
Los 7 Sentidos
Es interesante profundizar en este aspecto. Disponemos de 7 Sentidos básicos de percepción:
- Los receptores sensoriales, capaces de diferenciar la presión, la temperatura o el dolor.
- Visuales.
- Auditivos.
- Gustativos.
- Olfativos.
- El Sistema Vestibular (percepción de movimiento).
- Sistema de Propiocepción (conciencia de nuestra posición corporal en el espacio).
Estos sentidos decodifican los estímulos percibidos en señales eléctricas que son enviadas a distintas estructuras del cerebro para extraer las características básicas de la información, luego comparar la nueva información con la información previamente almacenada (Tálamo) y posteriormente a las distintas áreas sensoriales del córtex donde se acaba de identificar el estímulo inicial.
Un Territorio Desconocido; Múltiples Mapas
A partir de esos bocetos que vamos recopilando en nuestra base de datos, diseñamos Mapas. Como bien dijo Korzybski, sólo tenemos acceso a estos mapas, abstracciones de la realidad que nos permiten sobrevivir e interactuar con cierta eficacia.
Ahora bien, eso no nos hace en ningún caso poseedores de la verdad universal. Sólo conocemos nuestro propio Mapa. Y ese Mapa no va a ser igual que el de la persona que tienes a tu lado.
Existe un sólo Territorio, pero existen tantos mapas como seres humanos habitan la Tierra.
Integrar este conocimiento puede suponer una hecatombe mental ya que la consecuencia del mismo es entender que nada es lo que parece. Nos ayuda a entender también que las relaciones interpersonales son inevitablemente complejas en el momento en que cometemos el craso error de creer que nuestro Mapa es el Territorio. Ese es el detonante para querer imponer nuestra verdad, asumiendo que existe una única perspectiva acertada.
Esa imposición del pensamiento único es una pandemia y la podemos detectar fácilmente leyendo las portadas de los principales diarios o escuchando a algunos representantes políticos. Este mal endémico es el enemigo principal del Espíritu Crítico y de la creación de pensamiento propio.
Un mal surgido de una falacia, puesto que el Mapa no es el Territorio.
Nos vemos en el siguiente artículo. Te envío un abrazo enorme y todo mi apoyo en tu proyecto de vida.
Puedes encontrar más información de valor en www.benjaminporras.com
Gracias por estar ahí.