Optimiza tu Comunicación Asertiva con estos Tips

La Comunicación es un Arte.

Seguro que has escuchado esta frase en múltiples ocasiones. Lo cierto es que dominar las estructuras básicas del lenguaje es una meta asequible para cualquier persona neurotípica. De hecho, aprendemos a comunicarnos de manera natural, sin esfuerzo. Aprendemos por imitación y por repetición.

Ahora bien, la cosa cambia cuando queremos convertirnos en verdaderos expertos de la comunicación. Aquí aparece un salto cuántico; una distancia realmente pronunciada. Como comentamos en artículos anteriores, existen hasta 8 inteligencias distintas. Es curioso que en los modelos educativos convencionales se trabaja especialmente la estimulación de la inteligencia lógico-matemática y de la inteligencia lingüística.

Ahora bien, cuando queremos dominar la interacción con otras personas: ya sea en nuestra pareja, con nuestros hijos, en nuestro trabajo, o con un amigo, necesitamos disponer de una elevada Inteligencia Interpersonal.

Como cualquier inteligencia, la Inteligencia Interpersonal se forma por dos vías: una vía innata muy asociada a nuestra idiosincrasia (hay personas más extrovertidas o más sociables que otras); y por una vía de aprendizaje.

Me interesa hablar especialmente de esta segunda vía. Todo el mundo puede mejorar su Inteligencia Interpersonal, siempre y cuando tenga interés, constancia y compromiso en crecer.

Escucha Activa

Uno de los problemas básicos de la comunicación entre iguales es que estamos acostumbrados a escuchar con un fin equivocado: contestar, decir la nuestra. Eso nos lleva a que nuestra escucha sea de muy baja calidad, ausente de empatía y poco dirigida a comprender el discurso del otro.

El objetivo de la escucha debería de ser, valga la redundancia más que nunca: escuchar. Comprender profundamente las necesidades que la otra persona está intentando cubrir con su discurso.

Por norma general, tendemos a prestar mucha atención a las palabras y muy poca atención a las necesidades profundas de nuestro interlocutor. Eso nos lleva a quedarnos atrapados en una escucha muy superficial.

Los comportamientos y las palabras de las personas no representan las verdaderas motivaciones internas de las mismas. Somos de gatillo rápido cuando se trata de juzgar al otro, y lamentablemente en este sentido aún nos quedan varios millones de años de evolución. Juzgamos mal; muy mal.

Si realmente quieres mejorar tu Comunicación y evitarte múltiples conflictos, escucha desde la curiosidad, desde el arquetipo del aprendiz. Dispones de esa capacidad ya que es la que te ha permitido aprender miles de cosas a lo largo de tu vida. Detrás de cualquier conversación hay necesidades ocultas que vale la pena escudriñar.

Estilos Comunicativos

Una vez optimizada la escucha y comprendido el verdadero objetivo de esta, es necesario resolver la manera de decir las cosas.

De poco sirve escuchar atentamente si después somos incapaces de comunicar nuestro mensaje de manera clara y hábil.

En líneas generales existen tres modos de manejar una conversación:

• Pasivo: renunciamos a contestar. Nos limitamos a ver, oir y callar. Quedamos sometidos a nuestro interlocutor; reprimimos nuestras necesidades y en definitiva, sufrimos.

• Agresivo: arrollamos con todo. Da igual lo que sienta el otro. Da igual qué necesita el otro. Nosotros siempre tenemos razón y la tenemos que imponer a golpe de voz y de ceño fruncido.

• Asertivo: es el único estilo comunicativo eficiente. Hace referencia a comunicar lo que sentimos de modo respetuoso. Vamos a verlo con mayor profundidad a continuación.

Asertividad

Para convertirte en un experto de la comunicación asertiva, lo primero que necesitas saber es que no existe una sola perspectiva de las cosas. Para comprender a nuestro interlocutor necesitaríamos vivir en su piel desde el día de su nacimiento hasta el día actual. Nuestro interlocutor, sus creencias y su modo de expresarse, es el fruto de experiencias concretas en contextos específicos que sólo él conoce.

El segundo principio que debemos tener integrado es que detrás de todo comportamiento hay una intención positiva. Sí, incluso el comportamiento aparentemente más reprochable responde a una necesidad biológica que busca ser resuelta.

Cuando una persona grita o insulta, estamos frente a un comportamiento determinado, que nos puede gustar más o menos, y que podemos tolerar más o menos. La pregunta es: ¿Qué hay detrás de esos gritos o insultos?

¿Una persona en calma y armonía, insultaría o gritaría? La respuesta es NO.

Detrás del cinismo, de los gritos o de las palabras desacertadas, hay sufrimiento. Vale la pena tenerlo en cuenta si quiero aprender a revertir situaciones tensas y delicadas.

Si soy capaz de ver detrás de las palabras; detrás de las expresiones; detrás de la superficie… entonces tendré todos los ingredientes para iniciar una comunicación asertiva.

El secreto de la Asertividad

Dominar la Asertividad es un tema basto, pero no me gustaría finalizar este artículo sin compartir contigo una estrategia altamente efectiva que resumo en los siguientes TIPS:

• Cuando confecciones tu respuesta en una conversación, incluye desde el respeto y el reconocimiento la necesidad de tu interlocutor.

• Del mismo modo, incluye también tus sensaciones y necesidades.

• Habla de cosas específicas y concretas. No generalices, banalices o emplees la demagogia.

• Utiliza un tono de voz agradable y tranquilo; libre de cinismo o de violencia. Permite que tu voz acaricie tu corazón antes de salir de tu boca.

• No necesitas comprenderlo todo. En esta vida hay cosas que se escapan de la lógica. No hay nada grave en ello.

• No necesitas tener la razón. Una conversación no es una batalla; es sólo una interacción.

• No reprimas el mensaje. Simplemente busca el modo más respetuoso de transmitirlo.

Te garantizo que si pones en marcha estas estrategias vas a ahorrarte muchos disgustos y muchos conflictos. Los seres humanos necesitamos optimizar permanentemente nuestros hábitos comunicativos y este puede ser sin duda un gran comienzo.

Nos vemos en el siguiente artículo. Te envío un abrazo enorme y todo mi apoyo en tu proyecto de vida.

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Gracias por estar ahí.