¿Te preocupan tus problemas?
Deja de mirar fuera. No es porque falte dinero. Tampoco es porque te has cruzado con mala gente en tu vida. Ni siquiera es por tu físico o tu salud. Todo eso es secundario. Simplemente son las consecuencias de ser quién eres.
Es por ese motivo que necesitas dejar de ser quién eres en este momento. Tus pensamientos están creando tu estado de ánimo. Tu estado de ánimo determina tu humor. Y con el paso del tiempo tu humor se convierte en tu temperamento.
Tu temperamento determina la mirada con la que interpretas el mundo. Sólo puedes percibir aquellas cosas que vibran en tu misma vibración. Hay un mar de posibilidades ahí fuera y sin embargo no estás sintonizada para verlas.
Lo que pensamos configura lo que sentimos
Cuando pienso cosas feas sobre mí o sobre mi vida, experimento instantáneamente emociones difíciles de digerir: angustia, pesadumbre, tristeza, rabia, ansiedad, angustia.
Cuando experimento esas emociones en el cuerpo, mi mente crea más pensamientos negativos. Esos pensamientos generan más emociones tóxicas en mi organismo. Y así creamos un bucle del que no podemos salir. Es lo que el Dr. Joe Dispenza llama “El Estado del Ser.”
Este no es un estado natural. Es, sin lugar a dudas, un funcionamiento anómalo de nuestra mente. Y funcionando así estamos autodestruyéndonos fisiológicamente. Cada vez que revivimos en nuestra mente un recuerdo doloroso estamos volviendo a segregar las mismas sustancias que se generaron en el momento del trauma.
Así pues, nos pasamos días y días segregando sustancias que a largo plazo son altamente dañinas para nuestra salud. Además, estamos activando los mismos genes, llamando a la puerta de enfermedades.
El Orden de los Factores sí altera el Producto
Nos han enseñado que hay que lograr una serie de metas para ser felices: tener dinero, tener un coche, vivir en una casa con un San Bernardo, y tener el pasaporte lleno de viajes realizados.
Sin embargo, nos decimos “Cuando tenga dinero estaré bien” o “Cuando esté sano estaré bien”. Eso nos coloca en un estado de incertidumbre, espera y sufrimiento.
Es justamente al revés. Crea un estado de gozo y disfrute y esas otras cosas vendrán. En realidad no quieres dinero, quieres libertad. Nuestros objetivos materiales esconden las verdaderas necesidades que subyacen en nuestro inconsciente.
Crea primero el estado. Rompe con el patrón de sufrimiento.
Cómo Crear un Estado de Alta Vibración
Puedes hacerlo de muchas maneras. Aquí te propongo unos pasos básicos que pueden ayudarte.
- Visualízate como si ya estuvieras curado, o como si ya tuvieses abundancia o libertad en tu vida. Recuerda que una visualización sólo es efectiva si es Intensa, vívida en el Presente y está conectada con nuestras emociones.
Por ejemplo, si estás visualizándote sintiéndote en calma, debes experimentar esa calma. Deja que tu mente te guíe para recrear esa experiencia.
- Medita para conectar con el momento presente, liberándote de quién eres, dónde estás o cuáles son tus problemas. Simplemente existe y contempla el espacio que hay dentro de ti, más allá de la materia.
Cuando dejamos a un lado el Ego, nuestra mente se reorganiza en coherencia.
- Dedica tiempo a disfrutar haciendo lo que te permite sentirte bien. ¿Qué es lo que te hace sentir bien? Sea lo que sea, no puedes aplazarlo. Te estás jugando la vida.
- Rodéate de personas y de aficiones que te permitan conectar con esa sensación de bienestar. Inevitablemente aprendemos de las personas que están a nuestro alrededor.
Y sobretodo, cuando conectes con estados de creatividad y de plenitud, expándelos dentro de ti y más allá. Es el camino más rápido para comenzar a modificar nuestra fisiología. Somos extraordinarios y sólo necesitamos tomar conciencia de ello.
Nos vemos en el siguiente artículo. Te envío un abrazo enorme y todo mi apoyo en tu proyecto de vida.
Puedes encontrar más información de valor en www.benjaminporras.com
Gracias por estar ahí.
4 comentarios en “¿Por qué vivimos una y otra vez los mismos problemas?”
FELICIDADES POR TU BLOG!! Te envio también un fuerte abrazo!! Salut
Vero
Muchísimas gracias, me alegro mucho de que te guste, Vero! Hasta pronto. Un abrazo!
Gran post! Ahora a ponerlo en práctica
Así es, Miriam! A por ello! 😉